Santiago de Chile, 14 de septiembre 2015
Un recorrido por tres ex centros de detención y tortura de los organismos represivos de la dictadura cívico militar realizaron el 2 de septiembre la Coordinadora de los Grupos de Salud y Fundación EPES para reflexionar en torno a lo ocurrido en esos lugares, hacer un emotivo homenaje a las víctimas de las violaciones a los Derechos Humanos, y una acción tendiente a rescatar la memoria histórica del pueblo, a 42 años del golpe de Estado.
“Tres y Cuatro Alamos”, la «Venda Sexy” y el memorial a Carmen Gloria Quintana y Rodrigo Rojas De Negri fueron los sitios visitados, los que aún no son parte de la ruta de la memoria, que el Estado debe promover para que nunca más en Chile ocurran las violaciones a los derechos humanos que acontecieron bajo el régimen de Pinochet.
El Grupo de Salud David Werner se encargó de recopilar información del centro de detención y tortura “Tres y Cuatro Alamos”, ubicado en la calle Canadá, comuna de San Joaquín, que funcionó, administrado por la DINA, desde abril de 1974 hasta 1977. El lugar fue reconvertido en un centro de reclusión del Servicio Nacional de Menores (SENAME), lo que demuestra la falta de interés del Estado chileno en recuperar estos espacios para la memoria.
El Círculo de Mujeres por la Salud estudió «La Discotéque o Venda Sexy», otro de los recintos secretos de detención y tortura que mantuvo la DINA. Junto con Londres 38, José Domingo Cañas y Villa Grimaldi, «Venda Sexy» es uno de los lugares donde permanecieron muchos presos políticos que fueron hechos desaparecer por la DINA, y que son parte de la denominada lista de los 119 detenidos-desaparecidos.
Las monitoras de salud destacaron el hecho que los métodos de tortura se diferenciaban del de los otros recintos en cuanto se enfatizaban las vejaciones de tipo sexual, siendo principalmente afectadas mujeres prisioneras políticas. El centro, hoy convertido en una casa residencial, se ubica en el sector de Quilín, en la calle Irán, en la comuna de Ñuñoa.
El último punto del recorrido fue Avenida General Velásquez con calle Hernán Yungue. Allí, en 1986, soldados de una patrulla militar, comandada por el teniente Pedro Fernández Dittus, rociaron a la estudiante Carmen Gloria Quintana y al joven fotógrafo Rodrigo Rojas con gasolina, y les prendieron fuego. Rojas De Negri murió cuatro días más tarde debido a la gravedad de sus heridas. Quintana sobrevivió y hoy es una mujer que sigue luchando por verdad y justicia.
El Grupo de Salud Llareta investigó el caso y compartió los antecedentes en un emotivo homenaje a las víctimas.
La música se hizo presente y una cala o lirio de agua se dejó en cada lugar visitado, como testimonio de una acción que intenta recuperar la memoria histórica, para que «nunca más en Chile la sangre hermana derramada, no deje florecer la libertad».
¡NO QUEREMOS OLVIDAR NUESTRA HISTORIA!