Concepción de Chile, 23 de agosto 2017
Durante el verano de 2017, ocho regiones del país se vieron afectadas por incendios forestales. Se quemaron alrededor de 596.000 hectáreas, fallecieron once personas, y desaparecieron comunidades completas, como Santa Olga, sector de Constitución, Región del Maule.
La respuesta ante la emergencia por parte de la institucionalidad fue deficiente, de hecho no existía un plan de emergencia para este tipo de situaciones.
Por ello las organizaciones comunitarias, estudiantes organizados y trabajadores/as comenzaron a desarrollar campañas que fueron en ayuda de los sectores afectados con productos materiales, como agua, ropa y alimentos; y acciones psicosociales, mediante talleres enfocados para enfrentar situaciones postraumáticas.
La comuna de Penco, ubicada en una región forestal, fue afectada por los incendios de cientos de hectáreas, principalmente de eucaliptos y pinos, que pusieron en riesgo a la población que vivía cercana a los bosques.
La población Villa Montahue, ubicada en esta área de riesgos, se salvó del incendio masivo gracias a la acción de vecinos/as y bomberos que lograron repeler las llamas en una situación de grave peligro. Este sector poblacional fue construido principalmente para familias que ya habían perdido sus viviendas para el terremoto y tsunami del 2010, a las cuales EPES apoyó desde la pérdida de sus viviendas, hasta la instalación en este nuevo sector cuatro años después.
Ante esta situación, Fundación EPES decidió, junto a la comunidad de Villa Montahue, desarrollar un trabajo que permita la prevención de riesgos de incendios, el control comunitario de los siniestros, y su articulación con los organismos pertinentes para lograr actuar proactivamente en este tipo de emergencias.
El trabajo contempla cursos teórico-práctico que culmine con la elaboración de un plan de trabajo y mapa de riesgos, consensuado con la comunidad y apoyos técnicos. Se planea la difusión mediante material informativo y medios de comunicación locales y regionales.