Mujeres se graduaron de promotoras por la recuperación de la salud alimentaria

Santiago de Chile, 10 de julio de 2016

Con una graduación en que se reconocieron los aportes y cualidades de cada una de las mujeres participantes, presentación de platos saludables elaborados por ellas y un coctel para compartir concluyó el taller de EPES sobre formación de promotoras para la promoción y recuperación de la salud alimentaria, desde los enfoques de derechos y determinantes sociales de la salud, con énfasis en género.

Al taller acudieron mujeres apoderadas de cuatro escuelas públicas de la comuna de El Bosque, para compartir y reflexionar sobre los factores que determinan nuestra salud. Durante las sesiones, conocieron y analizaron los factores y condicionantes sociales que inciden en el sobrepeso y obesidad; y sobre las diversas propuestas orientadas a modificar el ambiente obesogénico, con el propósito de recuperar la salud alimentaria de la población.

Además el taller contempló salidas a terreno que permitieron reconocer los problemas de salud y sobreexposición de la población frente a la publicidad de alimento, y luego la planificación y ejecución de una acción comunitaria orientada a la promoción por la salud alimentaria.
Las mujeres se proyectan seguir trabajando como grupo para compartir lo aprendido en las escuelas de la comuna de El Bosque.

Susana Jiles, encargada del proyecto de alimentación de EPES, aseguró que el taller permitió compartir saberes y aprendizajes entorno a la cultura culinaria presente en nuestro país, así como también reconocer la diversidad de factores que inciden en el acto de comer. «No es solo ingerir nutrientes, sino que está determinando por los recursos económicos que disponemos, el acceso y variedad de los alimentos, publicidad de la industria, el tiempo que tenemos para la compra, preparación y consumo de los alimentos, entre otros». A la ceremonia de graduación asistieron directores de escuelas de la comuna y el equipo EPES.

Para Cecilia Ponce, 47 años, el taller fue una experiencia única. “Fue muy distinto a lo que me imaginaba. Me encontré con una escuela llena de aprendizajes sobre nuestros derechos y como se estaban vulnerando, era mucho más que cocinar”.
En el espacio, “las mujeres tenían mucho que entregar y compartir, pudimos conocer nuevas realidades”.
Cecilia destacó que “nos dimos cuenta del veneno que le damos a nuestros hijos y la necesidad de cambiar los hábitos alimenticios”. En este sentido, agregó que el lugar donde debemos trabajar para romper con la obesidad son las escuelas.

Karen Bolbarán, 38 años, aseguró que “el taller nos abrió los ojos con respecto a la publicidad de la industria de alimentos, uno cree en ella sin saber que es totalmente engañosa. La industria publicita cereales como saludables y es solo azúcar”.
“Aprendimos de la importancia y a entender el nuevo etiquetado de alimentos. En la familia estamos haciendo un cambio de la dieta, con las nuevas recetas que aprendimos en el taller, han tenido buena aceptación, vamos por buen camino”.
También le entusiasma la idea de reunirse con el grupo cada 15 días en las escuelas donde estudian sus hijos/as y aplicar lo aprendido.

Otra de las mujeres participantes, Carol Medina, 30 años, relató que «al llegar al taller sabía que comer saludable era consumir verduras y frutas, pero acá descubrimos que ciertas semillas aportan nutrientes, aprendimos a cocinarlas y quedan muy ricas. Hemos estado hablando con otros apoderados y vamos de a poco cambiando nuestros hábitos».
«La industria de alimentos nos bombardea con publicidad, si no sabes leer los rotulados no te das cuenta que lo que estamos consumiendo es porquería».

Oriana Contreras, Directora de la Escuela José Martí, valoró el aporte del taller de EPES por la urgencia de abordar el tema de la alimentación con los apoderados y los niños de las escuelas de El Bosque, para enfrentar la obesidad infantil.
“Es una ventana que se abre en este proceso largo por mejorar nuestra alimentación, de manera de ir concientizando de persona a persona para cambiar los hábitos”.
La educadora afirmó que en José Martí “estamos por las escuelas saludables, no tenemos kiosco al interior del establecimiento, pero afuera se venden dulces y productos no saludables. No tenemos atribuciones para intervenir en eso, es competencia del municipio”.

En la graduación se realizó una degustación de diversas preparaciones, cuyas características centrales es que fueran saludables, fáciles de preparar y bajo costo, entre los que podemos destacar: pizzetas de zapallo italiano, sandwich de berenjena y pimentón, salsa de lentejas y garbanzo.