Santiago de Chile, 17 de noviembre 2020 (EPES).
Durante las estaciones de otoño e invierno de este año, en medio de la crisis sanitaria, económica y social producto del COVID-19, Fundación EPES -con la colaboración y asesoría técnica de Valeria Rodríguez, del huerto comunitario Santa Isabel- impulsó el proyecto de cultivar huertos domiciliarios con las mujeres integrantes de los grupos de salud y promotoras de alimentación.
La iniciativa busca crear sistemas alimentarios alternativos que fortalecen el rol activo de la comunidad en la producción alimentaria a nivel local.
En cinco meses, las mujeres transformaron los patios y balcones de sus hogares en pequeños huertos. Se reconoce que esta práctica ayudó a la salud mental de las mujeres en tiempos de confinamiento y temor por la propagación del coronavirus.
En este contexto, nace la idea de construir un huerto comunitario en la sede social Auco de la población Oscar Bonilla, de la comuna de El Bosque, donde por más de 25 años participa el grupo de salud David Werner. A fines de octubre, se realizó un intercambio de semillas entre las mujeres para hacer almácigos en sus casas para luego trasplantar en el huerto.
El sábado 14 de noviembre, las mujeres se reunieron en la sede Auco para construir el huerto y sembrar los primeros brotes de la primavera. Participaron mujeres integrantes de los grupos de salud David Werner, Círculo de Mujeres por la Salud, y promotoras de alimentación y huertos Siembra y Cosecha Salud. Fue una jornada familiar, pues contó con la participación de hijos/as, parientes y amistades de las mujeres, además de educadoras de la Escuela Mario Arce Gatica y parte del equipo EPES.
El reencuentro de los grupos después de tantos meses sin verse y el reconectar colectivamente con la tierra fue tremendamente emotivo y entregó fortaleza a las compañeras.
En tiempos de pandemia se ha logrado constituir una verdadera red de huerteras, integrada por mujeres de los grupos de salud y promotoras de alimentación y huertos, con conciencia respecto de la importancia de conocer el origen y la calidad de los alimentos que se consumen, y el aporte de los huertos a reducir los desechos orgánicos de la comunidad, al ser utilizados como compostaje.
¡Sembrando esperanza, cultivando solidaridad!
Tras la jornada de la creación del huerto comunitario, las mujeres manifestaron su satisfacción por el trabajo colectivo logrado.
“Que bonito encontrarnos nuevamente en una actividad comunitaria, en nuestro huerto y digo nuestro porque ahí estuvieron nuestras manos. Cuando el huerto empiece a dar frutos se confundirá los ricos aromas de las verduras y flores. Gracias compañeras por hacer posible este maravilloso huerto”. Sonia Martínez, grupo de salud David Werner.
“Que bueno es despertar y ver los lindos sentimientos que comparten luego de nuestra junta con las Huerteras. Todo dolor se olvida con tan lindo trabajo obtenido. Fue una jornada muy productiva con los niños pintando las pizarras, mientras sus papis cortaban y martillaban para hacer los cajones y las monitoras creando el huerto”. Yoyita Muñoz, grupo de salud David Werner.
«Fue una jornada productiva y emocionante, ver que cada una de nosotras somos capaces de hacer tantas cosas en conjunto. Ahora hay que darle dedicación y mucho cariño al huerto» Ana Navarro, Círculo de Mujeres por la Salud.
“Fue un gran día, una nunca termina de aprender. El dolor de cintura, manos, piernas ya pasará. Gracias a todas”. Mirsa Aros, Grupo de Salud David Werner.
“Mis brazos, piernas, hombro y pies me dicen que fue duro el trabajo en la huerta, pero nos queda un gran aprendizaje. Vamos por más huertos, muchas gracias a todas por este gran día”. Pamela Zuñiga, promotora de alimentación y huertos.
«Mi cuerpo me recuerda cada planta que planté ayer, pero feliz con lo compartido. Me emociona la fuerza, entrega y cariño de mujeres como ustedes que creen en nosotras, en nuestros sueños y esperanzas de un futuro mejor. Sabemos que unidas todo es posible».Maggie Carrasco, Círculo de Mujeres por la Salud.