ELCA en Chile. Itinerario del trabajo de EPES, desde el Parlamento hasta su acción comunitaria

La Rev. Raquel Rodríguez, directora para América Latina y el Caribe para Misión Global de la Iglesia Evangélica Luterana en América (ELCA, por sus siglas en inglés),  Vitaly Vorona, director del programa de la ELCA para la respuesta internacional a desastres, y Rev. Justin Eller, representante regional de la Iglesia, conocieron las lineas de acción de EPES y su trabajo en terreno, desde la abogacía para promover políticas de salud en el Congreso Nacional hasta su labor en los cerros de Valparaíso.

De visita en Chile, Rev. Raquel Rodríguez, directora para América Latina y el Caribe para Misión Global de la Iglesia Evangélica Luterana en América (ELCA, por sus siglas en inglés), llegó hasta Valparaíso para conocer en terreno el trabajo que Fundación EPES, en coordinación con el Centro Comunitario Las Cañas, desarrolla con comunidades afectadas por el mega incendio ocurrido en la ciudad puerto, el 12 de abril de 2014. El siniestro es considerado el mayor incendio urbano en la historia de Chile.

Junto a Raquel Rodríguez, visitó Chile Vitaly Vorona, director del programa de la ELCA para la respuesta internacional a desastres, y Rev. Justin Eller, representante regional de la Iglesia. Ambos recorrieron además la localidad costera de Tongoy, Región de Coquimbo, donde EPES, con el apoyo de la ELCA, aportó a la recuperación de la actividad económica de 18 familias, cuyos medios de trabajo fueron destruidos por el terremoto grado 8,4 en la escala de Richter y posterior tsunami, que azotó la zona centro norte del país, el 16 de septiembre de este año.

Vitaly y Justin, junto a la monitora de salud Mónica Arancibia y el administrador de EPES, Héctor Reyes, conversaron con las familias que recibieron ayuda en materiales de construcción para sus casas, y maquinaria de trabajo. La mayoría son jefas de hogar que trabajan en el sector costero de la Playa Soco, en Tongoy, uno de los lugares más golpeado por el tsunami.

La ayuda entregada es resultado del diagnóstico sobre las necesidades de las mujeres afectadas, en base a entrevistas presenciales realizadas por Mónica Arancibia.

Las iniciativas de EPES en Valparaíso y Tongoy se enmarcan en el trabajo del área de apoyo humanitario a personas y comunidades afectadas por desastres naturales y efectos de cambio climático. El objetivo de esta línea de acción es aportar al desarrollo de respuestas comunitarias participativas frente a situaciones de emergencia, centradas en la defensa de la dignidad humana en un marco de derechos y con enfoque de género.

Casa de Tongoy, destruida por el terremoto y tsunami de septiembre pasado.

EPES y sus proyectos 

Previo al recorrido por Valparaíso, la delegación de la ELCA se reunió con el equipo de EPES Santiago y el coordinador del Centro Concepción, Lautaro López, para conocer el trabajo y los aprendizajes de los proyectos: Grupos de Salud, Escuela Lidereza, Movilizándonos por Justicia y Dignidad en Salud, Desastres y Emergencias, y Alimentación, entre otros, los cuales cuentan con el aporte de la Iglesia Evangélica Luterana en América, permitiendo su desarrollo y proyección en el tiempo.

Equipo EPES compartiendo los objetivos y acciones de los proyectos que reciben el aporte de ELCA.

También, los invitados internacionales de la ELCA visitaron el Congreso Nacional, donde conocieron el trabajo de abogacía que realiza la iniciativa Chile Libre de Tabaco, impulsada por EPES, que busca promover políticas públicas de control de tabaco para bajar las altas tasas de tabaquismo que registra el país.

Delegación de ELCA en el Congreso Nacional, junto a Karen Anderson y Mónica Arancibia, de EPES; y Javier Sánchez.

Visita a Valparaíso

Camila Jorquera, dirigenta del Centro Las Cañas, contando de la iniciativa del huerto que les proveerá alimentos para compartir.

El Centro Comunitario Las Cañas, que funcionó tras el incendio como un espacio de acopio de ayuda, comedor comunitario y lugar de reunión y organización de las familias damnificadas por el incendio, hoy ha retomado sus funciones de espacio de recreación, educación y cultura para niños y niñas, y las y los pobladores.

En el lugar, la delegación de la ELCA compartió un almuerzo con las y los dirigentes del Centro Comunitario Las Cañas, voluntarios/as, y mujeres que hoy participaron del Taller “Porque entre mujeres es más fácil hablar de nosotras”, que abordó temas de autocuidado, roles de género, sexualidad, derechos sexuales y reproductivos, prevención de la violencia, y se diseñó y planificó una acción comunitaria.

ELCA, EPES y Centro Comunitario Las Cañas con lienzo contra la violencia hacia las mujeres.

Las mujeres expusieron la importancia de compartir un espacio con otras vecinas, y que sus hijos/as hayan recibido apoyo psicosocial.

Mauricio Salazar, director del Centro Comunitario, aseguró que para la organización las necesidades y anhelos de la comunidad son relevantes para decidir las actividades y talleres que imparten.

Mauricio Salazar compartiendo la organigrama del Centro Comunitario Las Cañas.

El dirigente social denunció la inoperancia del Estado para resolver los problemas de las y los pobladores, el negocio de las inmobiliarias a cargo del proceso de reconstrucción post incendio, y las estrategias de las autoridades para erradicar a las familias de los cerros, con el fin de promover negocios de hotelería y turísticos en esos terrenos, privilegiados por la vista panorámica del puerto.

Raquel, Justin y Vitaly caminaron por el campamento El Vergel, una toma de terreno en el cerro La Cruz. Allí conocieron las contradicciones que encierra Valparaíso. En una ciudad declarada patrimonio de la humanidad, que implica un compromiso formal del Estado con vistas a preservarla para las futuras generaciones, en lo alto de los cerros que la rodean, algunas de sus comunidades no cuentan con agua potable, la mayoría están instalados cerca de las quebradas, zonas consideradas de “alto riesgo”, no hay caminos pavimentados, ni locomoción colectiva para facilitar la llegada a los centros de salud y las escuelas. Los cerros Las Cañas, y La Cruz nunca han tenido planes reguladores, ni condiciones básicas de accesibilidad, sanitarias y de construcción.

En la cima del cerro La Cruz, se inició el mega incendio, que dejó 2.900 viviendas destruidas, 12.500 personas damnificadas y 15 víctimas fatales, producto de la existencia de un vertedero clandestino, que hoy pese al peligro sigue acopiando basura sin ningún tipo de control, ni regulación.

Desde ese lugar, en medio de los desechos del puerto principal del país, los dirigentes del Centro Comunitario Las Cañas revelaron del sueño colectivo de recuperar el lugar como reserva ecológica por su flora y fauna endémica. Un sueño que engloba la lucha por transformar un entorno de pobreza y desigualdades, por un espacio para vivir dignamente. Similar anhelo que ha movido desde siempre a la ELCA a poner sus ojos en estos territorios y apoyar proyectos en la región que transformen vidas y comunidades, que garanticen sus derechos.

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