4 de julio: EPES se suma a conmemoración del Día Nacional por la Salud Digna en Valparaíso

El pasado 4 de julio se realizó la primera conmemoración del Día Nacional por la Salud Digna, tras la entrada en vigencia de la Ley 21.696, que establece oficialmente este día. Fecha que surgió en memoria de la pequeña Amelia Rayén Salazar Jorquera, quien falleció hace siete años debido a negligencias médicas en el Hospital Carlos Van Buren de Valparaíso. Esta iniciativa fue impulsada por Camila Jorquera y Mauricio Salazar, madre y padre de Amelia, con el propósito de luchar por un sistema de salud más justo y digno para las personas.

La jornada se desarrolló masivamente en la Región Metropolitana y en Valparaíso, la cual fue convocada por la Asociación Nacional de Consejos de Usuarios de Salud Pública (ANCOSALUD) y la Coordinadora 4 de Julio. Como Fundación EPES, participamos de las actividades realizadas en Valparaíso junto a organizaciones comunitarias, gremios de la salud y usuarios/as de los servicios, reafirmando nuestro compromiso con los derechos en salud.

En esta actividad, se realizó un punto de prensa fuera del Hospital Carlos Van Buren de Valparaíso, y luego una feria de salud integral, espacio donde EPES montó un stand informativo. Asimismo, se realizó un acto artístico y político con firma de compromiso por la salud digna, el que tuvo la participación de la alcaldesa de Valparaíso, Camila Nieto; diputados de la región y organizaciones comunitarias. 

Esta conmemoración no sólo buscó rendir homenaje a Amelia, sino también relevar la importancia de visibilizar su historia para que hechos como este no se repitan. En su búsqueda de justicia y reparación, la familia de Amelia logró conectarse con otras personas y organizaciones que han vivido situaciones similares. De esos encuentros nació la Mesa Comunitaria por la Salud Digna en Valparaíso y la Fundación Amelia, espacios que hoy canalizan el trabajo colectivo para impulsar una salud más humanizada, basada en el buen trato y la empatía, y para superar las múltiples carencias del sistema actual.

Camila Jorquera, madre de Amelia, compartió lo que ha significado para ella y su familia este proceso de visibilización y organización: 

Para nosotros ha sido muy importante visibilizar la historia de Amelia, para que nunca más ocurra, y en esa búsqueda de justicia, hemos avanzado en encontrarnos con otras personas que también han vivido esto, darnos cuenta que lo que le pasó a Amelia ha pasado antes. Por eso, creemos que es importante que la visión de los usuarios de la salud sea visible y escuchada”.

Camila explicó que el inicio de este camino fue una búsqueda de consuelo dentro de su propia familia. Sin embargo, esa necesidad de justicia la llevó a conectar con organizaciones de trabajadores/as, usuarios/as, estudiantes y personas comprometidas con la defensa de la salud: 

“El motor de esta jornada es poder incluir una mirada más amplia del hacer salud, que no es solo entregar remedios, sino también abordar un estado de ánimo, de salud mental y espiritual. Estar organizados nos ha permitido conectarnos con más familias que también han vivido negligencias médicas. Desde ahí creamos la Fundación Amelia, donde acompañamos a otras familias que han pasado por situaciones similares, especialmente con infancias. Entregamos apoyo jurídico, emocional y en el duelo. Al menos para mí, después de siete años, este duelo ha ido transitando de otra forma”.

Además, reflexionó sobre las carencias estructurales del sistema de salud y la urgencia de transformarlo no sólo desde lo material, sino desde lo humano: 

“La situación del sistema de salud es compleja. Hay desvío de recursos, falta de insumos, camas, listas de espera, problemas de financiamiento e infraestructura. Pero también creemos que, incluso con el sistema actual, hay cosas que pueden cambiar si ponemos en el centro la salud digna. Hablar de salud digna es hablar de buen trato, de empatía. Sentimos que eso fue lo que falló con nuestra hija, no solo lo económico, sino la humanidad. Por eso creemos fundamental generar lazos entre usuarios y trabajadores, para reconocernos mutuamente y construir una mirada más amplia, transversal y solidaria”.

Por su parte, Gonzalo Calisto, director de la Confederación Democrática de Profesionalidad Universitarios de Salud (Confedeprus) y secretario de salud de la CUT Provincial de Valparaíso, valoró el establecimiento del Día Nacional por la Salud Digna como un paso relevante en el reconocimiento de la salud como un derecho humano fundamental:

“A nivel país, con este reconocimiento y el levantamiento de la ley 21.696, se da un primer paso, que es al menos tener este reconocimiento a nivel nacional, para poder visibilizar poco a poco a través de estos actos que la salud es un derecho fundamental. El llamado es que las organizaciones a nivel nacional se organicen, se levanten y se levanten proyectos políticos también que acompañen esto”, dijo.

Sin embargo, también fue enfático al señalar que aún existen problemáticas estructurales que requieren atención urgente: 

“El levantamiento surge de la necesidad de tener una salud digna (…). No se necesita solamente un tema de financiamiento, sino que también la mejora en términos de gestión, de cómo se atiende a la población, que exista una buena infraestructura, que no haya falta de camas, que las listas de espera empiecen a bajar”.

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